jueves, 17 de enero de 2013

Del Rolero vulgaris: Animal de costumbres

Tras mi participación en las I Jornades Lúdiques de El Castell Negre en Castelldefels (Barcelona) el pasado 22 de Diciembre he podido constatar lo que ya sabíamos todos, o casi todos, y como dice el título de la entrada de hoy, el rolero es un animal de costumbres:

"El Rolero vulgaris, cuál matriarca elefante, es, un animal, de costumbres...Acude, en algunos casos, a jornadas alejadas de su población, algunos kilómetros, sabiendo que no estará sólo, y que allí encontrará a antiguos compañeros y amigos, o acude en grupos más o menos numerosos de individuos para no estar, sólo.
La matriarca guiando al grupo de vulgaris

Una vez alcanza el lugar, otea el terreno y la fauna presente y se aproxima, lentamente y con paso firme, hasta sus, aliados, los de toda la vida, o los de otras esporádicas ocasiones anuales. Olisquea la cartelera de actividades, o en algún otro caso, muy extraño, pregunta a la "dirección del evento", y finalmente tras observar todo lo presente y lo que se ofrece, elige una partida de algún juego que ya conoce por jugarlo en su entorno habitual, y a poder ser con los mismos aliados de siempre.
Esta es, sin duda, la actividad que mejor define el comportamiento de esta solitaria especie, el rolero, común (Rolerus vulgaris), que ha diferencia de otras subespecies de la misma familia más atrevidas, que son capaces de acudir en solitario a jornadas y eventos, y probar, juegos nuevos y sentarse en una mesa de juego sin conocer a nadie, ampliando su cículo como es el caso de el Rolero blogueris o el Rolerus atrevidus. Pero también existe, alguna subespecie, mucho menos atrevida, el Rolerus ermitanhus. Este no sale nunca de su ambiente rolero, ni tan siquiera, a zonas cercanas de caza colindantes a la suya, ni prueba nunca nuevos alimentos, entre ellos, también hay los que ni tan siquiera leen blogs ni utilizan la red, para ampliar conocimientos ni descubrir nuevas herramientas sobre su afición, entre ellos subespecies de esta última son el Rolerus ermitanhus pueblerinus y el Rolerus ermitanhus patricius, estos últimos no suelen salir de su mesa de juego por que ya tienen suficiente y creen que no deben experimentar nuevas experiencias por que ya tienen todo aquello que necesitan, sin darse cuenta que con el menor de los sucesos de la vida, acaban extinguiéndose, grupos, aislados."

Esta es la definición de algo que muchas veces sucede en jornadas, donde acabamos jugando con los mismos de siempre una y otra vez. Muchas veces he practicado este comportamiento y muchas veces lo había hablado con diferentes directores de juego y no había entendido lo que me querían transmitir, hasta que he vuelto a dirigir en unas jornadas, intentando fomentar la Sociedad de Exploradores de Pathfinder en Catalunya, concretamente en la zona de Barcelona, que es la mía.
Tras mi retorno al mundillo, tras estar retirado de jornadas y eventos y jugar muy de vez en cuando, cuando me quedé en el paro, hará ya más de 3 años, tuve que volver a algo para salir del pozo de la depresión que me llamaba junto a ella. Había practicado yo ese comportamiento del Rolerus vulgaris del que hablo, sobre todo a nivel de directores, pues nunca me ha supuesto un problema jugar ni tratar con gente nueva, mi don de gentes siempre ha sido una de mis grandes cualidades, aunque no me haya servido para encontrar trabajo...

Pero ahora que he dirigido en varias jornadas y he vivido varias de ellas me doy cuenta que muchas veces grupos habituales de juego, prefieren jugar en jornadas juntos y a juegos que ya conocen, y si puede ser, con directores que también conocen. Recuerdo que eso no me pasaba cuando empecé hace 20 años y acudía a las GenCon o las míticas jornadas del CRUPC, que recuerdo como las mejores. Pero con los años veo que la gente que más tiempo lleva jugando, es a la que más le cuesta en unas jornadas probar cosas nuevas y con nuevos compañeros, quizá sea la experiencia o la falta de tiempo por perder, sin recordar que eso se llama ENDOGAMIA.Y es eso lo que hace que nos parezca que el mundo del rol vaya mal y que si se va a acabar o no, por que nuestra visión es muy reducida, a lo inmediato, a nuestro grupo de juego.
He visto situaciones tan absurdas como a 50Km de la población de un grupo concreto, juntarse todos sus integrantes y jugar con su director habitual al mismo juego de siempre...en lugar de probar juegos nuevos y nuevos amigos o compañeros de fatiga que podrían convertirse en los nuevos integrantes del grupo aportando sangre nueva a la camada.


Así que ¿Qué opináis vosotros sobre este comportamiento rolero?¿Es el gran mal de los nuestros?¿Somos como los hobbits y no salimos a buscar aventuras por que es de locos?¿Son fases de la vida?¿Hay que intentar cambiarlo o son fases de la vida de cada uno?