De los Silmarils
Miles de años llevaban los eldar viviendo con los valar en Valimar aprendiendo de los constructores del mundo. De todos los eldar el que más aprendió de Aule, dios de los artesanos, fue Fëanor, que ideó y creó en secreto y en solitario el trabajo más bello realizado por manos élficas, los silmarils, haciendo uso de todo su conocimiento.
Tres grandes joyas irrompibles como diamantes pero aún más resistentes. En su interior la luz de los dos árboles de Valinor (Laurelin el dorado y Telperion el plateado) mezclada. Resplandecían como las estrellas en la oscuridad más profunda, y a la luz, su belleza era magnífica, devolviendo la luz con preciosos matices.
Así todos los habitantes de Valimar admiraron aquellas joyas, y Varda, diosa de las estrellas, las consagró para que ninguna mano impura ni mortal pudiera tocarlos sin sufrir el dolor del fuego. Melkor que vivía en Valimar recluido, las deseó al verlas brillar y su objetivo sería a partir de ese momento conseguirlas como fuera, y poner fin a la amistad entre valar y elfos. Con mentiras y engaños creó enemistad entre los amigos valar y noldor, entre Fëanor y sus medio hermanos Fingolfin y Finarfin.
Se forjaron por primera vez armas que derramarían sangre de todas las razas. Cuando estuvieron despistados, Melkor y Ungoliant, tras destruir los árboles de luz, mataron a Finwe, rey de los noldor, y robaron las joyas que Fëanor no quiso llevar a la fiesta de la recon-ciliación por que las quería sólo para él y pasaba el día observando su luz. Ungoliant con hambre de luz quiso devorarlos, pero Melkor, Morgoth a partir de ese momento, los quería para él y fue rescatado por sus balrogs y en su reino de Angband. Allí se forjó una corona de hierro negro donde las lució desde ese momento, y sus manos estuvieron abrasadas para siempre por el poder de Varda.
Los noldor abandonaron Araman y a los valar. Se produjo la primera matanza entre elfos para conseguir los barcos blancos de los Teleri que luego fueron quemados. Fëanor y los suyos abandonaron a los hijos de Indis: Fingolfín y Finarfin, y este se volvió, pero los demás, incluidos sus hijos, continuaron a pie el viaje hasta la Tierra Media.
Pero Fëanor llegó mucho antes y tal como llegó se produjo la batalla contra los ejércitos de Morgoth y allí sucumbió el mayor artesano de todos los tiempos antes de la primera aparición del Sol y la Luna que crearon los Valar para volver a iluminar Arda.
Miles de años después murió Fingolfin en combate singular contra Morgoth para intentar acabar con todo el mal del mundo y fue la última vez que se vieron los silmarils hasta que tras la aparición de los hombres mortales, que los elfos temían por el silencio de los valar a este hecho.
El Silmarillion es una obra imprescindible. Aunque su narrativa es más complicada que la del señor de los anillos, merece la pena zambullirse en sus historias una y otra vez.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por tu comentario!!
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